Almas en pena de Inisherin nos lleva a una zona rural con unos bellos parajes, sin conflictos, en la isla grande como ellos llaman a Irlanda se está librando una guerra civil, y sin embargo parece que a los humanos nos gusta encontrar algo por lo que pelearnos.
Eso es lo que simbolizan los personajes de Colin Farrell y Brendan Gleeson, magníficos en sus interpretaciones. Dos amigos, que se necesitan, que disfrutaban de la compañía y que en un momento dado deciden entrar en conflicto. Y no ceder, sino todo lo contrario, ir aumentando la distancia entre ellos y aplicando ultimátums absurdos.
Una historia de la amistad y sus claroscuros y lo absurdo que nos comportamos las personas y todo ello contado con un tono irónico a ratos comedia a ratos soledad y tristeza.
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