Ramón y Celine son una pareja que va a disfrutar de un concierto de rock el viernes 13 de noviembre de 2015 en la Sala Bataclán. Lo que allí ocurre cambiará sus vidas para siempre.
Basada en hechos reales y en lo que los supervivientes de la Sala Bataclán han contado, Un año, una noche, se sumerge en la vida de dos personas para contarnos cómo están un año después. La película se sirve de flashbacks para llevarnos a ese fatídico viernes 13 y entender cómo es la vida de esta pareja que cambió aquella noche.
Y es que vivir después de presenciar en uno mismo un hecho como el de la Sala Bataclán no es sencillo. La vida de Ramón se paró allí y le resulta complicado seguir con su vida de antes, el trabajo, los amigos, la familia, ... Celine intenta bloquearlo y seguir como si nada. De hecho en su trabajo no saben que estuvo allí. ¿Qué es mejor? No hay respuesta. Y la vida en conjunto que Celine y Ramón llevaban en pareja también se puso en pausa aquel viernes 13. Ya no son los mismos y su forma de afrontarlo les afecta como pareja.
La película es incómoda porque tiene que serlo. Interpela al espectador poniéndole en la piel de Celine y Ramón y no es nada cómodo. ¿Cómo te sentirías tú? ¿Qué habrías hecho para seguir adelante?
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