Durante la Segunda Guerra Mundial Gilles es capturado y fusilado junto a un grupo de judíos. Consigue sobrevivir y se inventa que no es judío que es persa. Casualmente uno de los oficiales del campo de concentración de los soldados quiere aprender persa. Gilles tendrá que enseñarle el idioma si quiere seguir viviendo.
La historia de este film puede decirse que es de esas en las que la realidad supera a la ficción y es que este hecho tan insólito que aquí se narra está basado en hechos reales. El protagonista tiene una memoria prodigiosa que no solo le servirá para inventarse, aprender y enseñar un idioma si no que además, le permitirá memorizar casi 3.000 nombres de las personas que pasaron por su campo de concentración.
La película se aleja del resto de películas que tratan el tema de los nazis y de los campos. Sí, vemos maltrato, pero se acerca a los hechos casi en forma de parodia con los escarceos amorosos entre los soldados del campo, las fiestas de los oficiales, el oficial que quiere aprender persa, ...
Bien contada, con un montaje que hace que conserves el interés, Nahuel Pérez y Lars Eldinger están geniales en sus papeles y sin embargo se me hizo difícil entrar y creerme la historia de este judío. Y seguro que hay muchas historias increíbles como esta que aquí cuentan, pero me acabó resultando inverosímil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No seas anónimo. Identifícate siempre. Queremos saber quién eres. Los comentarios anónimos podrán ser borrados. Muchas gracias.