Nathalie estudió diseño gráfico en Francia (Toulouse). Trabajó de diseñadora gráfica en varias agencias de diseño, siempre dibujando y pintando con acuarela en mi tiempo libre.
Después de mudarse a Barcelona, hace 5 años, se puse más en serio con la ilustración,. Primero creando un portafolio mientras buscaba trabajo de diseñadora. De casualidad una amiga le envío una oferta de trabajo en Mr Wonderful/Lovely Streets donde buscaban ilustradores y allí trabajó dos años que le sirvieron de mucho para coger experiencia en ilustración y trabajar en proyectos muy bonitos, así como seguir la producción de un producto en todas las etapas de su creación. En paralelo tenía proyectos freelance con clientes, y empezó de nuevo a vender sus productos online en la plataforma etsy. Ahora lleva 3 años de freelance, trabajando para clientes muy variados, en packaging, revistas, libros, etc. Trabaja la gran mayoría del tiempo a mano con acuarelas que luego escanea y retoca en digital. A veces trabaja también en digital, sobretodo para mapas ilustrados.
No tengo un proceso de trabajo siempre igual, depende un poco del proyecto y de como me sienta en ese momento. Admito trabajar de manera bastante desordenada, aunque en mis ilustraciones se ve mucho orden y calma. Le encanta trabajar con acuarela porque es un medio muy relajante para mí. A veces le cuesta empezar una ilustración pero cuando empieza no piensa en otra cosa.
Cuando me cuesta empezar con una ilustración, a veces 'solo' hay que ponerse, luego la dinámica ... hace el resto.
Le encanta dibujar sobre varios tipos de soportes diferentes, que sea para papel, textil o cerámica.
Normalmente dibuja en su casa, en su estudio, y me va muy bien para enfocarme, aunque puede ser un peligro también porque me puedo distraer muy rápido...
Para el futuro le encantaría hacer un libro para niños. Por primera vez este año iré a la feria de Bolonia para ver un poco el panorama y coger inspiración.
Si tuviera que dar un consejo para los ilustradores que empiezan, nunca trabajar gratis y pensar en cada proyecto, (en su etapa de negociación), como si no lo necesitarás. Esto da una distancia muy necesaria para tratar a los clientes de igual a igual. Los clientes no nos hacen un favor dando trabajo a los ilustradores, y tampoco los ilustradores les hacemos un favor trabajando para ellos. Es un intercambio de persona a persona y tenemos que dejar de tratar a los clientes y directores artísticos como dioses.
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