La inspectora de homicidios Manuela Mari no está pasando por su mejor momento profesional. Lleva 7 meses de baja y aunque sabe que tiene que volver, lo que la espera no es nada motivante. Hasta que la visita de la oficial Guadalupe la saca de su letargo. Se han encontrado los restos de una mujer en dos vertederos de Madrid. La mujer no tiene nombre ni nadie la ha reclamado. Además es verano y la investigación está en punto muerto. Solo Manuela podrá desatascar la investigación.
Pues me ha encantado. El personaje de Manuela está muy construido, mujer, madre, trabajadora y a la que le gusta las cosas claras.
Imagino que a Lorenzo y a Noemí les habrá resultado complejo escribir esta historia a cuatro manos. Pero. desde luego, lo han conseguido. Manuela Mari ya se queda conmigo y a la espera de nuevos casos.
Bevilacqua, el guardia civil creación de Lorenzo Silva y del que soy auténtica fan junto a su compañera Chamorro, tiene un cameo también en la novela. Ha sido fantástico disfrutar de Manuela y Vila en el Museo Chicote 😊
En cuanto al caso que tiene que resolver Manuela, la verdad es que nos hace reflexionar sobre los puntos más negros de nuestra sociedad, la trata de mujeres, lo que valoramos al que tiene menos recursos, ... Un caso que terriblemente es cercano a la realidad.
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