Celsius Pictor

Celso, nombre artístico, Celsius Pictor, nació en Ourense hace 40 años. Se crió en una aldeita de los cañones del río Miño, en la llamada Ribeira Sacra por la cantidad de cultura medieval que alberga. Esto y su contacto con las tradiciones han definido su personalidad. Estudió ilustración en la Escuela de Arte de Ourense y desde hace más de 12 años vive y trabaja en Madrid. He trabajado como diseñador gráfico, creativo, director de arte y animador 2D y desde 2011 me dedico principalmente a la ilustración.

Celso ha seguido un camino largo y duro para llegar aquí. Cuando terminó el bachillerato quería estudiar Bellas Artes pero no tenía recursos para ello, así que se inscribió en un Ciclo Superior de Artes Aplicadas. Una vez terminado y durante 5 años tuvo que trabajar en lo que iba saliendo para mantenerse y mudarse de ciudad para tener oportunidades laborales. Desde mi primer trabajo como grafista intenté mantener una actividad paralela así que buscaba y mantenía proyectos como freelance de ilustración en mi tiempo libre. Así hasta decidir establecer mi estudio pasaron 11 años.

Desde que empezó a trabajar por falta de espacio y comodidad su soporte siempre ha sido digital, con algunos proyectos puntuales analógicos. Cuando empezó a hacer collage sí que hizo algunas obras en papel o madera pero su trabajo es mayoritariamente digital. Utilizo grabados anteriores a 1900 que rescato de libros, diccionarios o revistas y los combino para crear piezas nuevas añadiendo mis propios dibujos a tinta digital, así que el resultado es un mezcla de tradición y modernidad. Intenta que su trabajo respire un aire vintage pero del siglo XXI. Todo empezó por un proyecto de enciclopedia natural mecánica que empezó como proyecto personal en 2013 y ha ido creciendo, desde entonces ha realizado trabajos editoriales, de publicidad o decoración basando el estilo en el mismo principio. Me inspiran los ilustradores de prensa del siglo XVIII, los naturalistas, los maestros del collage de las vanguardias y toda la gente que en este momento en todo el mundo experimenta con el grabado.

Celso dibuja para el niño que leía novelas de Julio Verne, Salgarí o Stevenson en una aldea de Galicia, libros que casi siempre tenían dibujos de aventureros o países exóticos. Y quiero pensar que mi público es cualquiera que quiera dejarse llevar y disfrutar no solo del placer estético de ver una ilustración trabajada, personal y alejada de la moda del momento, si no también perderse en los detalles y las historias que pueda descubrir en cada una de mis piezas. No suele hacer bocetos en este momento de su vida: tengo un tema en mente o un encargo concreto y me dejo llevar en torno a ello. Voy buscando grabados, piezas, las recorto, comienzo a montar, dibujo cosas que no tengo y cuando me doy cuenta tengo la ilustración terminada. En este momento está creando una línea de porcelana ilustrada para que su mundo pueda inspirar incluso cuando estemos desayunando o sentado a la mesa.

Ha trabajado para clientes de todo el mundo desde Toronto a Egipto, París, Londres y por supuesto España. Ha diseñado portadas de libros, ilustrado novelas, productos alimenticios o ediciones especiales de bebidas alcohólicas... Además de varias expos colectivas en 2016 organizó, comisarió y dirigió una exposición colectiva de ilustración en Matadero de Madrid en homenaje a El Bosco, a la vez que la de El Prado que tuvo más de 10 mil visitas en 15 días, y a principio de este año presentó y expuso suss productos de porcelana en La Latina que estuvieron a la venta durante unos meses.

Hay centenares de ilustradores que le inspiran, desde los más clásicos a maestros actuales por todo el mundo. Pero además de por el trabajo que realizan, admira a algunos de sus compañeros, con quienes ha tenido la suerte de trabajar y aprender a diario porque que son su fuente de inspiración. Esta es una profesión en la que vas a aprender siempre de todos y es muy probable que nunca llegues a ser el mejor.

A Celso le gustaría seguir trabajando en su estilo y desarrollando el universo de sus personajes. Me encantaría poder hacer un álbum ilustrado (porque tengo niños en mi entorno a quienes les chiflan mis personajes) o colaborar con marcas que me chiflan como Guinnes o Hendricks Gin pero sobre todo desarrollar mi imaginario en el mundo del arte. En este sentido está realizando las ilustraciones para su primera vajilla de té por encargo y también le gustaría colaborar con marcas como Cartuja de Sevilla, Cerámica de Talavera o Villeroy y Bosch. El panorama de la ilustración es complicado sobre todo al ser un trabajador autónomo que tiene que hacerlo todo solo, pero por suerte nuestro mercado es global. Creo que con esfuerzo y suerte, es posible mantenerse. 

La obra que más le gusta es un autorretrato que creó el año pasado para una exposición colectiva en Galicia, que es como una especie de autobiografía resumida en una sola imagen.

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