Araceli García surge desde niña, desde la acuarela pintando rostros y figuras de mujeres, destacando la belleza de un cuerpo, una mirada a través de una mancha. Evoluciona a lo abstracto, a la búsqueda de esa feminidad a través de los trazos. Como artista, la necesidad de presentarle al mundo la belleza en sus múltiples representaciones. Como diseñadora, la responsabilidad de darle a la mujer un bolso con el que se identifique, donde guardar sus instintos.
El proyecto de Araceli está dirigido a la mujer, en busca de su naturaleza más profunda, donde cada cultura encuentra su punto álgido, en el momento en el que naturaleza y humanidad se funden. O como se diría en japonés: "ningen to shizen ga ittai".
En él vamos a encontrar belleza, distinción y personalidad. Estas tres cualidades reflejadas en un bolso son las que nos hablan de la mujer que lo porta. Los bolsos de piel que componen esta colección son el cofre perfecto para guardar secretos, atesorar nuestra historia y entretejer anhelos.
Los bolsos de piel se convierten en distinguidos lienzos donde las acuarelas reposan, embellecen y nos cuentan historias. Son más que un bolso, trascienden la utilidad del objeto en sí; son auténticas obras de arte hechas a mano con materiales de primera calidad. Cada bolso queda impregnado del mimo exquisito aplicado desde el delicado diseño hasta el engranaje perfecto del último broche.
Todo empieza con la acuarela. Cada obra se estampa sobre piel bovina que trabajan artesanos en el Valle de Ubrique, la cuna de la piel. Se trabaja de forma tradicional logrando exquisitos resultados de alta calidad. Se cuidan mucho los materiales trabajando pieles bovina y pekari y se mima hasta el último detalle escogiendo broches de diseño en niquel. Se ha trabajado como una edición limitada de 50 ejemplares por modelo.
Araceli trabaja en mi estudio, en soledad. Aunque en realidad, cuando mi cabeza más trabaja es mientras paseo y aparentemente no pienso en nada. Le encanta la antropología, fijarme en las diferentes culturas y su riqueza. Mambién le gusta la geometría y las formas de la naturaleza. Le inspiran los grandes: Munch, Monet, Matisse, Schielle, los textos de Shakespeare, la poesía de Carilda Oliver, las enseñanzas del I ching. El cine. El reflejo de las emociones de Aronofsky, la representación de la vida de Malick, la sensibilidad de Sarah Polley. El arte vive en todas sus representaciones y te nutre.
Realiza colecciones atemporales, sin seguir ninguna moda establecida. Para mi el arte es eterno y por consecuencia mis piezas lo son. Creo que es en el medio en que te puedes sentir más libre, volcando todo lo que eres en tus obras. Alguna vez ha aceptado encargos, esto implica otra manera de trabajar que me parece también muy bonita. La de representar las inquietudes de otra persona, dejando que pasen a través de tus ojos. Un acto de generosidad mutua.
Araceli participa de vez en cuando en ferias, showrooms, eventos que se pueden conocer a través de sus redes sociales. Aunque es cierto que cada vez estoy apostando por estar más presente en tiendas.
La marca le ha aportado un camino, uno en el que me encuentro muy a gusto y donde vislumbro horizontes. En ese camino, me estoy encontrando mucho, muchísimo aprendizaje, personas muy bonitas con las que me quedo, dificultades que superar, consciencia, la sensación de que puedo aportar algo a este mundo.
Araceli quiere seguir buscando a través del arte y la calidad de los materiales para dar a la mujer ese complemento que la identifica: la creación de ese estuche perfecto donde la obra de arte llegue a su destino y continúe su mágico viaje en las manos de quien lo recibe.
Sobre su pieza favorita, la colección de bolsos, cada uno de ellos ha sido una creación muy especial para mí. He encontrado el punto culmen, hacia donde quiero dirigir mi trabajo. Estos bolsos son respuestas hacia mis preguntas artísticas y humanas. Donde he volcado todo lo que soy y pienso.
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