Blanca Cecilia Zavala nació en Madrid y después de vivir algunos años fuera de
España, siguió creciendo a las afueras de Madrid. Socióloga de formación e ilustradora por
vocación, desde 2014 encontró por fin a qué quería dedicar su vida. Ya que considero que la
ilustración, el arte, el color, la línea, la mancha se mete tan dentro de ti que ya es una forma de
vida.
En 2014, después de un ERE que se produjo en la empresa en la que estaba trabajando, decidió que su camino debía de ser otro. Comenzó su formación como ilustradora en la Escuela I con I,
haciendo el Máster en Álbum infantil ilustrado, del cual nació su proyecto “Trapo una muñeca
de…”, a la espera de ser publicado por alguna editorial.
Una vez acabado, decidió una vez más, que no podía quedarse ahí, así que comenzó a buscar
escuelas especializadas en ilustración, hecho bastante difícil porque es una formación un tanto
minoritaria y hay una escuela pública casi por comunidad y algunas escuelas privadas que
poseen, en ocasiones una oferta muy buena y otras un tanto escasa.
Volvió a encontrar lo que estaba buscando, y continuó su camino en el EASD de Segovia, a unos
pocos kms de Madrid que me permitía ir y volver en el día y seguir teniendo, los llamados
“trabajos paga facturas”, lo que me dejaba tiempo para dibujar, formarme y buscar mi sitio
dentro de este mundo.
Después de un año, recibiendo clases de grandes profesionales, y de mi “culo inquieto”,
empezó a participar en mercados de diseño, arte e incluso de ilustración. Ya estábamos en
2015. Seguía compaginando mi formación, con un puñado de “trabajos paga facturas”, y con
mis ganas de encontrar mi hueco dentro del mundo de la ilustración. Al principio, en medio, e incluso a día de hoy, sabes que quieres estar ahí, sabes que quieres
vivir de ello, pero es un mundo tan amplio y profundo que cuesta decidir sólo una cosa, o
especialidad.
Seguía pasando el tiempo, y ya tenía encargos de sus amigos, de los amigos de sus amigos y
en ocasiones de extraños. Participó por primera vez en Ilustrisima, mercado especializado en
ilustración que se organiza en el Museo ABC de Madrid todos los diciembres de cada año,
desde hace 5 años. Blanca siguió el camino que parecía que se iba abriendo ante ella, con mucho esfuerzo, dedicación,
noches sin dormir y mucha mucha ilusión y ganas.
Llegó septiembre de 2015, se presentó a sus exámenes de la escuela, comenzó el segundo
curso, pero ya no me daba el tiempo para desplazarme todos los días y tuve que dejar la
escuela. Con gran pesar y desesperación porque pensaba que ahí se podía acabar todo.
Pero no fue así, decir también, que a lo largo de estos casi tres años, ha habido muchos días en
los que he pensado en tirar la toalla, pero luego me llegaba la sangre a la cabeza y decía, estas
loca, ni hablar, para eso has nacido, así que seguía y seguí.
Acudía a eventos relacionados con la ilustración, talleres con ilustradores de renombre, al festival de Ilustración por excelencia, Ilustratour, que desgraciadamente ha desaparecido. Y sobretodo
moviéndose por internet. Buscando tendencias, ilustradores, sentirme apoyada y no pensar
que estaba sola. La ilustración, el arte en general, en España, no es que no este bien vista, si no
que, no tiene el reconocimiento suficiente, ni la remuneración adecuada.
Ha estado en talleres de ilustradores increíbles como Puño, Maguma, Javier Zabala, APIM, (que
es la asociación de ilustradores de Madrid), en cada comunidad hay una asociación, luchan y
velan por los derechos y deberes de los ilustradores.
Llegó ya 2016 y con él, la decisión de saltar al vacío y comenzar a probar con una línea textil
con sus ilustraciones. Participó en pop ups como La ventana de la cebada, en el mercado de la
cebada en la Latina, después de ello, siguió interesándose por esta línea, y buscando mercados
en los que participar, y llegaron mis queridos festivales de música. Soy muy conciertera y me siento muy influida por la música indie española, además del
britpop.
Ha participado en varias ediciones del mercado que se organiza en el ciclo de conciertos de Las
Noches del Botánico en Ciudad Universitaria, en Madrid. Después ha estado en algunos
mercados fuera de Madrid, en Donosti y en Pamplona, para más tarde seguir aquí en
navidades en Madrid. Y ya estamos en 2017, después de unos meses de reducir la actividad,
más que nada porque el cuerpo no me lo permitió, decidí otra vez más que debía de seguir
avanzando, y asi fue como después del mes de marzo, en el que me establecí un reto, dibujar
una ilustración al día, y asi hice #undiaunailus, durante 31 días. Y de ahí, surgieron, además de
ideas muy buenas, coger mano, desarrollar creatividad y hacer hábito de dibujo, la idea de
crear su marca. ¿Cómo se llamaría?, unas pocas vueltas, muchos papeles escritos con
posibilidades me dije, y ¿por qué no uso una parte de mi? Y así ha sido, de la unión del final de
sus dos apellidos nació LIA-LA. Marca registrada, con la que llevo mi línea textil, camisetas,
sudaderas, tote bags, ropa de bebe, y merchandising como chapas y libretas. Además de mis
ilustraciones por supuesto.
Este año ha participado en el Mercado de Diseño de Madrid, en el mercado del festival MAD
COOL, en Las noches del botánico, en varios mercaditos diferentes, en el mercado del DCODE,
y en TABACALERA de Lavapiés. Además de estas
participaciones, también ha pintado murales, realizado escenarios para un corto y para una
película de bajo presupuesto, cuentos personalizados e ilustrado algún texto para blogs.
Después de este recorrido vital, se está formando en la Escuela Minúscula con
grandes profesionales del mundo de la ilustración, para darle un giro a todo mi mundo una vez
más.
Quiero afianzarme en mi estilo, a través de la experimientación y el cuestionamiento de mis
posibilidades. Mi técnica suele ser mixta, suelo usar lápices acuarelables, grafito, rotuladores,
acuarelas y en ocasiones ceras.
Unos cuadros y dibujos preciosos. Decorar tu hogar con cuadros como estos es darle un toque de buen gusto al mismo. Sin duda, los cuadros crean atmósferas muy ricas y cultas si el arte decora sus paredes.
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