Lil’O es una pequeña gran marca llena de sueños y de ganas.
Lil’O combina mensajes repletos de contenido y significado, con prendas modernas, originales y de alta calidad,
preciosos cuadernos, láminas decorativas y muchos otros soportes.
Cada diseño habla de una historia, de un mensaje, esconde un empujón hacia la búsqueda, hacia el valor,
hacia la superación y la confianza en uno mismo. Una invitación a desafiar lo que “tiene que ser” y marcar los
propios límites, porque sólo uno mismo sabe hasta dónde puede llegar.
Su creadora, Olga, es una madrileña que, inspirada por la idea que más tarde se convertiría en el lifemotive de la
marca: “que nadie te diga hasta dónde”, decidió dejar atrás su carrera ejecutiva para perseguir su sueño y
empezar a crear.
Lil’O es una aventura. Una apuesta por otra forma de vida. Un querer dedicar el tiempo a algo que
verdaderamente te apasione. Un atreverse a desafiar lo que se supone que uno debe hacer para “vivir”. Es una
historia de valor. De miedo (que ser valiente no significa no tener miedo). De atreverse a marcar los propios
límites, a derribar barreras y a cuestionar “verdades”. Pero, sobre todo, es una historia de amor. Mucho
AMOR. De ese grande que se escribe con mayúsculas.
Olga hasta hace un par de años trabajaba en el departamento de marketing de una gran empresa. Llevaba una de
las marcas más importantes de la compañía. Tenía mi equipo, mi coche de empresa y mi sueldazo. Y un montón
de viajes y eventos que me movían mucho, pero no me llevaban a ninguna parte. Disfrutó y aprendió mucho, pero llegó un momento en que sentía que le faltaba algo. Sentía que tenía que
haber otra manera. Que tenía que existir una forma de vivir disfrutando a cada momento de lo que estaba
haciendo. Y un día, después de muchos meses de profundo trabajo personal, por fin, estuvo lista.
Nos han metido mucho miedo a soñar. Y mucho mas miedo a volar. Pero de un tiempo a esta parte, la gente
cada vez tiene mas ganas de volar, y el miedo que antes les frenaba, empieza a quedárseles pequeño. Y vuelan.
Y vaya cosas hacen cuando deciden saltar al vacío y ven que vuelan. Y para mi, ese momento había llegado.
Había llegado el momento de saltar al vacío o resignarme. Y decidí saltar.
Y nació Lil’O. Una marca con alma, con mucho flow y llena de sueños y de ganas. Cada uno de los diseños tiene
un porqué y una historia detrás. Historias que intento plasmar en las entradas del blog.
¿Su sueño? Ver crecer y volar a esta pequeña marca que me ha salido del corazón. Lo demás, vendrá solo.
Lil’O
Lo que para a estos soñadores es el saqueo que Hacienda les da.
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