Con un lustro de vida, Zarzillos, como todas las cosas que están vivas, ha ido
evolucionando, mutando y creciendo. Nació de la necesidad de crear un tipo de joyas que no existían en el
mercado y de un binomio “moda-complementos" de dos jóvenes diseñadoras. Ahora mismo una de sus
creadoras, Belén Cantos, en su andadura en solitario, sigue manteniendo la naturaleza de la marca, joyas de
autor con conciencia medioambiental, realizadas en filigrana de papel.
Zarzillos apuesta por ampliar su repertorio de piezas e incluir otros materiales que se
fusionen de forma natural en sus diseños.
Los encargos también son el punto fuerte de la marca, pues ese diálogo donde el cliente esboza sus ideas y la
imaginación se pone a trabajar, es un proceso de una magia pura. De esta forma se realizan desde collares con
gemas preciosas hasta tocados de novia, todo ello con la exclusividad y el mimo que caracteriza a Zarzillos y
acabado con un barniz ecológico que protege todas sus piezas del agua y los golpes.
Su nueva colección está inspirada en la naturaleza y se ha realizado a fuego lento.
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