La dirección de La Massala la llevo principalmente Sara Fernandez Tizón y Ricardo Pérez Nombela, cuando su trabajo como profesor en la escuela de arte le deja tiempo. Pero sin duda La Massala no sería nada sin la gran cantidad de ayuda que tenemos, desde la incondicional familia que está a todas horas y en todo momento hasta los amigos que prueban nuestros experimentos, opinan sobre los nuevos diseños, nos ayudan a cargar y descargar o nos llevan un pincho de tortilla a un mercado para recargar las pilas.
La idea nació cuando a la vuelta de los viajes Sara y Ricardo acababan con un montón de especias raras y difíciles de encontrar que les servían para hacer en casa esas ricas recetas de los países en los que habíamos estado o para enriquecer recetas que ya hacíamos antes. El problema era cuando esas especias se acababan, no eran capaces de encontrarlas, así que empezaron a darle vueltas, a buscar cómo importarlas, pensar un nombre, diseños, todos son de Ricardo, formatos y así poco a poco todo fue tomando forma. Pensamos que hacer un formato pequeño era la mejor opción para que así nuestros clientes puedan renovar las especias con asiduidad y probar cosas nuevas sin necesidad de comprar grandes cantidades que muchas veces terminan olvidadas detrás de la sal y el aceite.
Las especias, al final, se han convertido en parte natural de nuestras vidas, con ellas aprendemos formas de cocinar, de comer, de vivir,… Quizá mi formación como antropóloga me ha llevado a mirar las especias de una forma más profunda y por eso cada día me apasionan más, nos cuenta Sara.
Por otro lado hay que destacar que desde La Massala miman muchísimo cada producto, cada bolsita está envasada y etiquetada a mano. Prueban todas las especias que les llegan, les invaden los libros de cocina para experimentar platos nuevos y así poder orientar y aconsejar a quien les pregunte. No queremos vender solamente especias, queremos que la gente se atreva a usar cosas nuevas, explicamos cómo conservarlas, cómo sacarles más partido o truquillos para que piquen menos pero lo que más nos gusta es la cara de felicidad que se le queda a mucha gente cuando nos pregunta ¿por casualidad no tendréis una especia típica de “no se dónde” que comí una vez en un plato? y nuestra respuesta es “por supuesto”. Al final la comida, con sus olores, colores y sus especias, nos lleva muchas veces a lugares y sitios que ocupan un lugar bonito en nosotros.
Están en continua creación, además de buscar la tendencia del momento como es el caso del Vermut con su ” Kit para hacer tu propio Vermut” que es el único que hay en el mercado y podemos decir bien orgullosos que fue idea y creación nuestra, y que es todo un éxito. Disponen también del Kit para hacer Ginebra y están trabajando en otros 2 Kit DIY que esperan tengan la misma acogida.
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