Un atraco a una joyería, las cosas no salen como se esperaban y Curro es el que paga las consecuencias. Él realmente solo esperaba en el coche. 8 años después, sale de la cárcel dispuesto a seguir con su chica y a disfrutar de su hijo que nació mientras estaba en prisión. Pero Jose tiene otros planes...
Mucho se ha dicho y escrito ya de Tarde para la ira, ópera prima de Raúl Arévalo. Y sí, todo lo dicho es cierto.
Es una película que desde el minuto uno ves que va a ser diferente y que te va a atrapar.
Una película nada correcta, ni en la utilización de sus planos, rompiendo las reglas, rodada en super 16 mm para dar esa estética sucia, con gránulo, una película que recuerda a las películas de los 70, 80, y con la ira como protagonista.
Una historia dura y sin tapujos, sin paños calientes. Tarde para la ira es la definición pura de la ira. Violencia sin acción. Duele y mucho. Todo lo que ves lo sientes muy muy real.
Personajes muy bien construidos, que se van desnudando y que los actores terminan de dar forma. Sublimes todos ellos.
La escena del gimnasio con un Manolo Soto, inconmensurable, es de esas que no se olvidan fácilmente. Muy fuerte, muy ira a flor de piel.
Una película que tampoco se lo pone fácil al espectador, pero que merece la pena acercarse a ella.
Película: Tarde para la ira.
Dirección: Raúl Arévalo.
País: España.
Año:2016.
Duración: 88 min.
Género: Thriller.
Reparto: Antonio de la Torre, Luis Callejo, Ruth Díaz, Raúl Jiménez, Alicia Rubio, Manolo Solo, Font García.
Guión: Raúl Arévalo y David Pulido.
Música: Lucio Godoy.
Estreno en España: 9 Septiembre 2016.
Calificación por edades: No recomendada para menores de 16 años.
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