MIYAYA es un proyecto de cerámica de diseño, en el que cada pieza se elabora individual y artesanalmente.
Carla estudió Bellas Artes, fotografía artística y arquitectura de interiores. Por ello siempre se ha interesado y trabajado en cosas diversas. El último de sus proyectos está relacionado con la cerámica. Comenzó de manera bastante sencilla: iba a pasar una temporada en una casita cerca de la de mi madre, en la cual hay un taller de cerámica, ya que ella es ceramista, y busqué una ocupación para el verano. Ocupación que empezó a ocupar obsesivamente mi tiempo y mis visitas a los supermercados en busca de envases dignos de ser hechos moldes.
Carla estudió Bellas Artes, fotografía artística y arquitectura de interiores. Por ello siempre se ha interesado y trabajado en cosas diversas. El último de sus proyectos está relacionado con la cerámica. Comenzó de manera bastante sencilla: iba a pasar una temporada en una casita cerca de la de mi madre, en la cual hay un taller de cerámica, ya que ella es ceramista, y busqué una ocupación para el verano. Ocupación que empezó a ocupar obsesivamente mi tiempo y mis visitas a los supermercados en busca de envases dignos de ser hechos moldes.
Un día Carla cogió una lata de pimientos rellenos de la cocina para aprender a hacer un molde de escayola y el resultado de la pieza, ya en cerámica, le encantó, así que volvió a la cocina con ojos ya atentos a las formas de los envases y desde entonces ya no veo las repisas de los mercados ni los productos para comprar de la misma manera. Ahora ya está antes el contenedor que el contenido.
Su primera colección es "emBasados", un homenaje a los envases: aquellos recipientes de comida o bebida que utilizamos cada día, pero que pasan de forma inadvertida por nuestras manos. Los elegimos en el supermercado, no por su continente, sino por su contenido, y nos los llevamos a casa, los almacenamos en la alacena y, tiempo después, volvemos a elegirlos para su consumo, para inmediatamente deshacernos de ellos. Sin pena ni gloria. Usar y tirar..
Las piezas están realizadas en loza, cerámica blanca, esmaltadas en su mayoría en transparente, ya que le encanta el efecto de estas formas con la limpieza del material, y algunas con esmaltes de colores en el interior.
Por ahora está trabajando por encargo de tiendas como en Madrid para el pasado showroom de Navidad de La Intrusa, en Sevilla, en Ssympatique y en Bilbao. También en mercados, como Nómada Market, y por encargo de particulares. El proyecto tiene muy poquito tiempo y ya se mueve bien, así que está siendo muy ilusionante.
Su pieza favorita es garrrafa de licor, es la que más cuesta producir, pero desde que encontré el envase supe que me iba a encantar. Aunque lata de sardinas fue la primera que hice y con la que empecé todo esto así que estaría entre las dos.
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