Casa de Libélulas nació de las ganas de poder crear pequeñas cosas que se ajustaran a la estética que siempre cautivó a Rocío, la delicadeza y el romanticismo de épocas pasadas o la nostalgia que desprenden los escenarios de las novelas de Jane Austen.
Así lo soñaba y así a empezó a rodearse de encajes, telas bonitas, tules y gasas, y las cuentas y abalorios más bonitos que podía encontrar.
Rocío comenzó a confeccionar sus propias flores y a añadirlas a complementos que pudiesen encajar en lo cotidiano, pero que tuvieran siempre ese encanto shabby chic que tanto le gustaba, convirtiéndose en la filosofía del proyecto y en su principal fuente de inspiración.
El nombre de la marca surgió de repente. Las libélulas siempre me resultaron mágicas, por su exquisita delicadeza, y, de alguna forma, quería ser capaz de crear un entorno donde ellas quisieran quedarse, y donde las personas que llevaran uno de mis complementos tuvieran ganas de buscarlas.
En Casa de Libélulas podemos encontrar broches de diferentes estilos, collares, pulseras, anillos y complementos para el pelo, como horquillas y pequeños tocados.
Todas las piezas de Casa de Libélulas salen del pequeño taller que Rocío tiene en casa, en el que paso gran parte del tiempo que mi profesión habitual de psicóloga me permite. Para mí, sentarme en mi mesa de trabajo supone mi pequeña puerta a soñar.
Las primeras clientas fueron ella misma, familiares y amigas, hasta que en 2012 puso en marcha el blog y comenzó a participar en ferias para dar a conocer su trabajo. Hasta el momento ha estado presente en varias ediciones de Nómada Market y Molly Market.
Cada complemento busca ser único y especial, por lo que no suelo hacer un gran número de piezas por modelo. Rocío agrupa las creaciones en colecciones, en función de colores, texturas o estaciones del año y va añadiendo cosas a cada una de ellas según la inspiración de cada momento. O lanza alguna pequeña minicolección para celebrar alguna ocasión especial, que puede ser la Navidad, la llegada de la primavera o el amor.
También trabaja por encargo, sujeto a la disponibilidad de materiales en función de la pieza que le piden.
Su pieza favorita posiblemente sea el broche encadenado, de la colección especial Midwinter de Navidad. Reúne toda esa nostalgia que intenté plasmar desde el inicio de Casa de Libélulas.
Su futuro proyecto es poder abrir al fin la tienda on line, que espera pueda ver la luz muy pronto.
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