Ponlecara lo integran Eduardo, arquitecto, Bea, diseñadora e ilustradora y sus perros Ali Oli, criatura del averno y Mostaza, de naturaleza libre e indomable.
Ponlecara surge de una obsesión, una costumbre, una manía animística que sufrimos en el estudio de trellomanufacture: poner cara a todo, unas veces en la realidad y otras simplemente imaginadas. Es el encuentro con el guiño de vida que lo inanimado quisiera tener.
Surgen si observas. Parecen decirte: "¡ey, estamos aquí!" Cobran vida o reinventan la que tenían. Aparece la "cara", pero más allá de ella la emoción: cándida, confiada, entrañable, burlona, simiesca, salvaje, ñoña, bizarra, rural, alienígena, trollesca... plácida.
Investigando sobre qué materiales pueden ser reciclados y dar un resultado duradero, apartando camisetas y sudaderas raídas que no aguantan ni un lavado, aparece: el fieltro. Y en su origen, aparece la lana para enfieltrar.
Nuestras queridas ovejas, que son trasquiladas para que no acaben siendo una pelota que ruede por los campos, ofrecen su manto maravilloso que se lava, se depura y se seca, para pasar al escarmenado, que consiste en ir separando las fibras para hacer que la lana resulte suave y liviana.
En este punto del proceso la lana se encuentra con Ponlecara, que a base de agua, jabón y mareo da forma a las fundas, para que regresemos al encuentro de esos materiales que no surgen del petróleo y que nos despegan del asfalto por un momento.
En Ponlecara encontramos lana hecha funda de móvil, adaptable al tamaño del móvil que se precie, aunque haya dos modelos de referencia clave en los anuncios (Apple y Samsung). Son fundas hechas por encargo para dispositivos, desde un móvil a una tablet. Solemos presentarlos de dos en dos y son colecciones de personajes. La funda se hace mediante la técnica de fieltro húmedo con lanas naturales de ovejas del alto Pirineo, que supone una dinamización de entornos rurales y una oportunidad para que esa oveja no acabase por extinguirse.
Por otro lado también encontramos pulseras, cuya lana tirolesa les da una infinidad de posibilidades de combinación.
Cada una de sus creaciones va acompañada de su historia y su etiqueta. La idea, el boceto, y la historia de cada una de las piezas se ha hecho antes y luego viene la confección de la pulsera, funda, broche, cuenco...
Realizan colecciones y encargos y están abiertos a cualquier sugerencia, como la lana está capacitada para adaptar todas esas formas. Estas técnicas no tienen mucho reconocimiento en España pero en los países nórdicos sí tienen una amplia tradición en fieltro. Es un material fantástico con una amplísima maleabilidad, de poco impacto medioambiental, natural y biodegradable. Da mucho trabajo de confección pero, ¿qué más se le puede pedir?
En Ponlecara consumen una lana de proximidad y bajo ningún concepto lana Merino sustraída por la técnica de mulesing, proveniente sobre todo de Australia, tan dañina y que en vez de hacer un favor a esas ovejas que necesitan ser trasquiladas las mutilan sin razón y poco más que por salvajismo. Por eso desde Ponlecara condena este tipo de "técnicas" y quieren lanas que hayan sido extraídas mediante trasquilación tradicional y con el respeto que esas ovejas se merecen. Nos encanta Mundo Lanar y sus proyectos y nos encanta también que cada vez haya más gente que apueste por tener conciencia.
Su bautizo en mercados fue con Nómada Market en la pasada edición de diciembre de 2014, Funny Christmas. Con tan poca difusión y sólo nuestro trabajo es muy gratificante y satisfactorio entrar en un mercado así de popular y profesional en todo lo que representa el panoráma del diseño y los nuevos creadores.
Su andadura es reciente pero muy sentida y trabajada. El fieltro lleva mucho trabajo, preparación de la lana, preparación del molde, trabajo de enfieltrar con agua y jabón que requiere mucho "mareo". Luego se tiene que ir eliminando el exceso de agua, se vuelve a dar forma y ajustar con la aguja de enfieltrar en seco. Cuando una funda está terminando de coger la forma viene lo más costoso pero gratificante, que es dotarle de expresión, trazar la boca, definir las orejas, dar forma a los ojos, nariz, dientes,...Todo para conformar un personaje con alma propia en lana. Sus personajes tienen historia detrás, cada uno tiene algo que contar.
Ponlecara les ha aportado otra manera de entender su día a día, de valorar las cosas hechas por artesanos, de ir más allá en el hecho de aportar y de ver qué hagas lo que hagas tiene un impacto. Recibir cariño, admiración o emoción de la gente que se fija en su trabajo, es lo que más te ayuda a seguir. Los comentarios buenos aportan como los no tan buenos y todo te hace pensarlo y aportarle otros valores. Sobre todo nos encantaría apostar y tener acceso a otras lanas más naturales y ecológicas, así como procesos de teñido, talleres y todo lo que de de sí.
El futuro de Ponlecara es seguir investigando en este material y en otras formas de creación, ya sea ilustración, con su nuevo proyecto de PONLECARA & THE SINGING PAPERS, postales felicitativas con referencias a canciones o películas de culto, de la mano de lo bizarro y lo cómico que tanto nos gusta.
Es posible que vaya por temporadas pero los personajes más sentidos que tienen en las fundas son Los de la Tierra y el Terruño. Damos mucho valor a lo auténtico y estos dos primos en lana con sus maneras rurales lo son. También les encanta la familia de Once Upon a Time, con su conejo y su raposa, aunque oveja, también nos trae locos. Como creadora, ¨hacedora¨ de personajes lanudos, mi creación favorita es el COCO, un cuenco con dos caras imitando este fruto, en lana marrón y lana blanca.
Muchas marcas ofrecen productos peculiares o específicos como estos. ¿Te has parado alguna vez a pensar dónde puedes comprar el mejor mantel o funda de lavadora? Pues tienes a tu disposición un montón de tiendas online con un producto buenísimo.
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