Después de su último y peligroso caso, David Gurney sabe que está en deuda con su amigo Jack Hardwick. Debido a la información confidencial que le proporcionó en su persecución para atrapar al Buen Pastor, Jack fue expulsado del cuerpo de policía. Y Jack va aprovechar esta deuda para involucrar a David en su última locura: sacar los colores al departamento de policía revisando un caso con bastantes posibles errores policiales. Carl Spalter fue asesinado y su mujer, Kay, está cumpliendo condena en la cárcel por dicha muerte. Jack está convencido de que se puede sacar de la cárcel a Kay por estos errores policiales. Pero David irá más allá, quiere saber la verdad, ¿quién mató a Carl Spalter si su mujer es inocente?
La verdad es que empezar una nueva historia de David Gurney de la mano de John Verdon ya se ha convertido en garantía de pasar buenos ratos sumida en los pensamientos de este expolicía del Estado de Nueva York.
Con cada nuevo caso vamos conociendo un poco más de la mente de Dave, que se centra tanto en el caso que olvida la realidad en la que vive. Siempre buscando la verdad y sin importar que su vida corra peligro.
Madeleine, su mujer, está convencida que Dave busca ese peligro, esa ocasión para ponerse frente a la muerte y desafiarla. Quizá la pérdida del hijo de ambos con 4 años siga persiguiendo a Dave. En aquella ocasión dejó escapar al que atropelló a su hijo, pero nunca más dejará que un asesino se escape siempre que lo tenga a la vista.
En No confíes en Peter Pan, David se enfrentará a un peligroso sicario, Petros Panikos, conocido por no tener piedad y al que llaman para los encargos más complicados. David no lo tendrá fácil con Petros, tendrá que recurrir a toda su experiencia en la policía para desentrañar el caso Carl Spalter y acercarse a Petro Panikos.
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