Alejandra Varela, Lex, es especialista en arte urbano y con una cierta reputación que se ha ganado a pulso. Cuando Mauricio Bosque, un importante editor, le propone buscar y localizar a Sniper para consagrarlo dentro de los más exclusivos círculos de arte, Lex, presiente que esto no puede ser casual. Sniper está considerado y reconocido como artista del grafiti y perseguido por sus supuestas convocatorias para intervenciones complicadas y difíciles que han acabado con la vida de algunos de sus fieles seguidores. Lisboa, Verona, Nápoles, ... Lex empieza una búsqueda, paciente, intentando desenmascarar al escurridizo y siempre protegido Sniper.
El francotirador paciente es una historia que poco a poco y si eres paciente, te enganchará. También me ha servido para conocer un poco más el arte urbano, el grafiti, e intentar sentir lo que se siente en una incursión con un bote de spray en la mano y una pared por marcar. El miedo a que te pillen, el olor a pintura recién disparada, a dejar tu firma, yo existo, ...
En El francotirador paciente asistimos a un duelo de inteligencias, Lex vs Sniper, a una reflexión sobre el arte, quién marca lo qué es o no es arte. La ciudad se convierte en un lienzo para reivindicar, para desafiar. ¿Somos capaces de aceptar el desafío? ¿O miramos para otro lado y lo tildamos de vandalismo?
Una historia que te hace mirar con otros ojos y hacerte preguntas, además de que no puedes dejar de pasar páginas. Lex y Sniper, la búsqueda finaliza y el enfrentamiento final llegará. ¿Quién ganará?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No seas anónimo. Identifícate siempre. Queremos saber quién eres. Los comentarios anónimos podrán ser borrados. Muchas gracias.