El comisario de la Brigada de Homicidios de Reykjavik, Ólafur Olafsson, no había visto nada igual. Toda una familia asesinada de una forma brutal, destacando la ensaña en el miembro varón. Estos asesinatos implicarán la salida de Ramiro Sancho de la cárcel y que la Interpol tome cartas en el asunto. Con Robert. J. Michelson a la cabeza se formará un grupo especial para dar caza al más despiadado y sofisticado asesino en serie: Augusto Ledesma.
Consummatum est es el final de la trilogía Versos, Canciones y Trocitos de Carne que comenzó con Memento Mori y siguió con Dies irae.
Como cualquier final, Consummatum est deja un poso de amargura. Y es que el fin no es para nada espectacular, no. Es como quizá sería si existiera Augusto Ledesma y Ramiro Sancho, asesino y perseguidor. Nada de final grandilocuente, no.
El libro tiene una primera parte trepidante. La persecución de Augusto Ledesma nos va llevando de un sitio a otro y tendrá en jaque a todo el equipo que lidera Robert J. Michelson. Me ha encantado el personaje de Ólafur Olafsson y su relación con Ramiro Sancho. Una bonita y entrañable combinación.
El personaje de Erika también de mucha importancia en esta novela. Digna sucesora de su padre, Carapocha.
Un final que te deja huérfano y además sin una clara victoria... Con desazón, inquieta, así estoy cada vez que pienso en esta historia, y creedme, que me viene a la cabeza bastantes veces....
Un final que te deja huérfano y además sin una clara victoria... Con desazón, inquieta, así estoy cada vez que pienso en esta historia, y creedme, que me viene a la cabeza bastantes veces....
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