Tras asistir durante años a diversidad de talleres relacionados con el craft, cursando 3º de Bellas Artes a Silvia se le ocurre mandar una solicitud para participar en una feria de artesanía que se celebra en Pontevedra con una duración de más de dos semanas y cuyo coste era bastante elevado. Logré convencer a una amiga para que participara conmigo y así poder compartir gastos. Después de muchas vueltas y tras comunicarnos que estábamos admitidas optamos por arriesgar, el resultado: todo un éxito.
A partir de aquí, Silvia siguió compatibilizando estudios con un pequeño negocio que tenía y participando durante años con compañeras en esta feria, hasta que un día optó por participar sola.
Fue entonces cuando empezó a dedicarse plenamente al diseño y elaboración de piezas para luego pasar a venderlas en distintas ferias.
Con el tiempo, comenzó a recibir pedidos de tiendas que querían hacerse con su producto, (Ela Diz, Turismo de Pontevedra, Missuara), a vender online y a sumergirse en el mundo de las redes sociales.
En sus inicios, paseloqpase, tendía hacia una línea más convencional y aceptaba encargos personalizados en los cuales el cliente siempre tenía la razón. Ahora, sin embargo, la marca tiene una línea definida, no se rige por convencionalismos, es atemporal e intenta huir de estereotipos elaborando piezas ponibles aptas para un público atrevido.
Para el diseño de complementos, Silvia busca la inspiración en materiales y objetos cercanos a los cuales se le busca otra funcionalidad distinta de la preconcebida. Un ejemplo de ello es la colección realizada con bombillas, una de mis favoritas puesto que es la que mejor define la marca: fragilidad, riesgo, extravagancia,…
Por otra parte, para el diseño de ropa intenta que siempre haya colores y formatos llamativos que sigan, como en el caso de los complementos, una línea no convencional.
En consonancia con la marca, las colecciones no tienen ningún periodo marcado de presentación, simplemente, por su atemporalidad: nacen, se desarrollan y reproducen.
En un futuro, la idea de Silvia es abrir un espacio físico estilo coworking, en el que todos sus asociados guarden relación con el mundo del craft, con espacios para talleres y porque no, un espacio de té. Todo ello, siempre combinado con la participación en distintas ferias relacionadas con el diseño independiente: Nómada Market, Peter´s Room, Urban Market,…
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