Ramiro Sancho, inspector de policía, encuentra sentido a su existencia en la llamada que recibe de Carapocha: la persecución obsesiva y la venganza. Augusto Ledesma está en Trieste, Italia. Y allá que se va Ramiro. Carapocha, por su parte, quiere ajustar cuentas con su pasado en Belgrado y recuperar el tiempo con su hija Erika. Las circunstancias harán que Carapocha y Ramiro vuelvan a encontrarse con un objetivo común, acabar de una vez con Augusto-Orestes. El peligro está servido.
Dies Irae es la continuación de Memento mori, las dos partes de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne de César Pérez Gellida.
Me declaro fan absoluta de César y de todo el universo que ha creado entorno a unos personajes muy interesantes y perfectamente desarrollados. ¿Quién no se preocupa por Ramiro? ¿Odia y desprecia a Augusto y al mismo tiempo admira su educación y gusto musical y literario? ¿Siente curiosidad por saber más de ese psicólogo obsesionado por los sociópatas? Y ahora Erika, a la que le ha faltado tanto su madre y mucho más su padre.
Además, en Dies Irae, César añade un ingrediente más, la guerra de los Balcanes. Muchas imágenes televisadas, mucha desinformación, mucho durante aquellos días y mucho olvido. Al ir leyendo las páginas de Dies Irae me daba cuenta de lo rápido que olvidamos estos episodios. Y sin embargo, para los que lo vivieron, sus vidas quedaron marcadas para siempre, como la de Carapocha. Los conflictos bélicos son importantes y están en nuestra cabeza mientras la tele nos muestra sus horrores. Gracias, César, por hacernos recordar.
Y además de todo esto, Augusto y Ramiro. He sufrido mucho con Ramiro, bueno, ya desde Memento mori. Quizá esté más unida a él por el hecho de que somos paisanos, vallisoletanos, no sé, pero con Dies Irae me has asustado y ahora mismo estoy preocupada y con ganas de saber qué pasa contigo. Augusto, por supuesto, nos sigue regalando buenos temas musicales y letras.
César, no nos hagas sufrir mucho...
Muchísimas gracias¡¡ Me encanta eso de que sufres por Sancho. Se lo diré de tu parte. Besos, paisana
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