Helen trabaja como detective privado. Con la crisis el trabajo escasea y Helen tiene que abandonar su apartamento y volver a casa de sus padres, los Walsh. Y cuando Helen piensa que ya todo está perdido, Jay Parker aparece de nuevo en su vida y para darle trabajo: Wayne Diffney, integrante del grupo de los Laddz, ha desaparecido. El grupo hace mucho tiempo que no canta y actúa junto pero ahora están preparando su regreso a lo grande. Si Wayne no aparece todo se irá a pique. Todas las esperanzas están puestas en Helen y en su forma de investigar tan ... loca y diferente. ¿Conseguirá Helen encontrar a Wayne antes de que se enciendan las luces del primer concierto? Hay poco tiempo...
Con Helen no puede dormir vuelvo a las novelas de Marian Keyes, siempre tan divertidas, cercanas e hipnotizantes. Y es que con ella sabes que vas a disfrutar y a pasar un rato ajeno a tus problemas. Eso es lo que consiguen las historias de Marian Keyes, te sumerges en sus personajes tan disparatados y diferentes que te atrapan con tanta facilidad que se agradece.
Helen es la pequeña de la familia Walsh, si has leído más novelas de esta familia seguro que ya los conoces. Helen ha pasado por una depresión con episodios suicidas y ahora está más o menos. En esta novela hay pasajes duros donde Helen cuenta su realidad sin tapujos, pero es Helen y lo cuenta de tal forma que no te sientes mal, ni preocupada. Lo lleva bien. Además, no sé, Helen parece que tiene una hada madrina que la proteja. No le puede pasar nada malo.
Es una historia divertida, con humor, con hechos disparatados, y que se lee fácil e incluso de una sentada. Para olvidarte de tus cosas y zambullirte en el mundo de Helen, tan suyo y particular. Además, con intriga y misterios a resolver.
Marian Keyes es un valor seguro si quieres leer algo relajado pero con un puntito de sal.
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