Han pasado 6 meses desde que David Gurney, ex-dectective del Departamento de Policia de Nueva York, se enfrentó a la muerte mientras resolvía un caso peligroso, muy peligroso. David no pasa por su mejor momento. Nada en su vida le invita a salir de una cierta pasividad y aislamiento. Ni su mujer, Madeleine, ni los intentos de esta para que recupere cierta actividad en su vida están dando frutos. Está más concentrado en sus secuelas, en sus dolores, que en otra cosa. Todo esto cambiará cuando reciba la llamada de Connie Clarke, una periodista que publicó un artículo sobre su carrera y valía. Connie quiere que se reúna con su hija, Kim, y le de su opinión profesional sobre el proyecto que está llevando a cabo. Kim está realizando un documental sobre cómo viven y qué sienten las familias que han perdido un familiar a manos de un asesino en serie no detenido, el Buen Pastor, hace 10 años. La RAM, una televisión sensacionalista, está interesada en el proyecto y quiere emitirlo. Además, Kim está sufriendo "bromas de mal gusto" en su apartamento, cosas que cambian de sitio, que desaparecen para luego volver a aparecer. David pronto descubre que aquel viejo caso no es lo que parece, que hay ciertos errores de base que impidieron que el caso se cerrase y el Buen Pastor fuera atrapado. Sus opiniones no serán muy bien vistas por el FBI, encargado del caso. David tendrá que luchar contra viento y marea para resolver el caso y salvar a su familia.
Tercera entrega protagonizada por David Gurney, ya es un buen amigo de aventuras y peligros. La verdad es que John Verdon sabe imprimir un buen ritmo a sus historias. Todo se lía, se lía, y cuando ya parece que incluso la situación supera a Dave, se encuentra la solución. Aunque quizá esto ocurre igual que en la anterior novela, los casos están tan bien hilados y tramados, que no importa. David va a triunfar frente a los malos, eso está claro, y es lo que se espera cuando se está llegando al final de la novela.
Pero el caso vuelve a crear interés. Los protagonistas de la novela como David, Hardwick, Trout y Bullard, son la base. Son personajes muy interesantes y bastante robustos, sobre todo David y Hardwick. Un ex-detective y un detective al que le gusta infringir las reglas y llevar la contraria, con un humor de perros y bastante antipático, pero efectivo.
Madeleine, la mujer de David, es la que tira de este para que mientras está sumergido en un caso, sea consciente de la realidad, y también nosotros, los lectores. Madeleine se encarga de cocinar y de que tanto David como nosotros nos demos cuenta de que tenemos que parar y relajar el ritmo. Nosotros de lectura :)
En esta entrega, el FBI no sale muy bien parado, bastante pullas les da John Verdon a través de David. Y tampoco sale muy bien parado la cadena de televisión que emite el documental con las entrevistas de Kim. Más crítica a los programas sensacionalistas y un tanto morbosos.
Desde luego, esperamos ya el siguiente caso de David Gurney.
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