Cincuenta sombras de Grey

Christian Grey es guapo, rico, sexy y un famoso empresario. Anastasia Steel estudia Literatura y es una joven de apariencia frágil aunque segura y fuerte. Su compañera de piso, Katherine, trabaja para el periódico de la Universidad y ha conseguido cita para entrevistar a Christian Grey, pero el día de la entrevista, Kathe está enferma, así que le pide a Anastasia que vaya ella. Solo tendrá que leer las preguntas y grabar las respuestas de Christian. Anastasia no sabe nada del señor Grey, ni quién es, ni cómo es, así que su impacto es mayor cuando lo conoce. Y este asombro es también recíproco por parte de Christian, ve algo en esta joven desgarbada, inocente e inteligente. Y así comienza una relación entre Christian y Anastasia. Una relación que cada uno comienza de distinta manera. Christian tiene una dilatada experiencia en el mundo del sexo y sus gustos sexuales se salen de lo común. Anastasia, es virgen y no tiene ningún tipo de experiencia. Ambos medirán sus fuerzas, sus expectativas y construirán su futuro, no con pocos altibajos y baches, tanto internos como externos.

Sí, terminé la trilogía de Cincuenta sombras. He de decir que me sobran páginas, me sobra sexo y me falta acción. Creo que los tres libros se repiten bastante, sobre todo el primero, y que hay que ser muy constante y paciente para no dejarlo después de terminar Cincuenta sombras de Grey.

Es una novela erótica, cierto, pero me hubiera gustado que además de centrarse en el sexo, hubiera tenido más interés. Al final, creo, que todos sabemos lo que va a pasar y eso le quita bastante interés. Ya os digo que porque me cuesta dejar los libros sin leer, pero este ha sido uno de esos con los que me lo he pensado.

La historia es algo así como Pretty Woman. Christian Grey es el hombre guapo, rico y sexy que toda mujer querría tener en su vida. Y Anastasia podemos ser cualquiera de nosotras, normales, normales. Con lo que, quizá, por eso tenga tanto tirón, no deja de ser un cuento de princesas, donde te sientes identificada con la protagonista. ¡Podría ser yo! Pero claro, es bastante irreal que alguien como Christian se fije en alguien como Anastasia, sinceramente. Por muy sumisa que pueda llegar a parecer y que, por tanto, Christian la mire como la mujer que puede encajar en sus prácticas sadomasoquistas.

No me ha emocionado, la verdad, o al menos, después de todo el bombo y platillo que está consiguiendo. Una idea y repetida cada ciertas páginas, con algunos pasajes de acción y aventura, pero nada del otro mundo.