LA POSESIÓN DE EMMA EVANS

Emma es una adolescente que vive en casa de sus padres rodeada de todas las comodidades y bajo la vigilancia y control de sus padres. Una noche, la noche de su cumpleaños, llega a casa borracha. Su madre la reprende y la pega. Emma sube a su habitación fuera de control, enfadada y con una idea en su cabeza: quiere ser libre. ¿Su plan?, llevar a cabo lo que su tío le ha contado sobre la invocación al diablo: un sacrificio de sangre y un dibujo.

La posesión de Emma Evans se deja ver. Teniendo en cuenta que la película se basa en un caso de posesión del diablo y en un exorcismo, la historia está bien construida.

Me gusta que no se centre demasiado en el exorcismo propiamente dicho, después de la película de El exorcista ya está todo dicho. Aquí vemos el punto de vista de Emma, de cómo va sufriendo los cambios, cómo los siente, cómo afecta a sus relaciones con sus amigos, su familia. 

También hay otro punto de vista, el del cura que practica el exorcismo. Además de ayudar a su sobrina quiere conseguir pruebas que le permitan demostrar la existencia del diablo. ¿Y qué es más importante? ¿Lo primero? ¿Lo segundo?

Mucho cuidado con lo que deseamos y la forma de conseguirlo.

Título: La posesión de Emma Evans.
Dirección: Manuel Carballo.
País: España.
Año: 2010.
Duración: 90 min.
Género: Drama, terror.
Interpretación: Sophie Vavasseur (Emma), Stephen Billington (Christopher), Lazzaro Oertli (Mark), Richard Felix (John), Richard Felix (John), Jo Anne Stockham (Lucy), Douglas Bradley (padre Ennis), Tommy Bastow (Alex), Isamaya French (Rose), Emma Reynolds (Sarah).
Guion: David Muñoz.
Producción: Julio Fernández.
Música: Zacarías M. de la Riva.
Fotografía: Javier Salmones.
Montaje: Guillermo de la Cal.
Dirección artística: Josep Rosell.
Vestuario: María Engo.
Distribuidora: Filmax.
Estreno en España: 29 Diciembre 2010.

No recomendada para menores de 16 años.