La estrategia del agua

Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro se enfrentan a un nuevo caso, la muerte de un hombre en el ascensor de su casa a tiros. Parece obra de un profesional, un sicario, y a Vila no le hace mucha gracia ocuparse de esta muerte. ¿A quién le importa un muerto por un ajuste de cuentas? A saber, drogas, mafia. Además, acaba de salir de un fiasco judicial y está cansado, harto, sin ganas. El jefe Pereira le obliga, te va a venir bien. Así que Vila empezará pagándolo con el nuevo del equipo, Juan Arnau, en prácticas y al que aún le falta cogerle el tranquillo al brigada, pero que lo hará. Y lo que parecía un ajuste de cuentas entre mafias acaba convirtiéndose en una historia de celos, envidia, desamor y maldad. Las miserias humanas frente a la lucha por el amor y la familia.

La estrategia del agua recupera a Bevilacqua y a Chamorro ascendidos, brigada y sargento respectivamente. Ambos han crecido en el trabajo y se nota. Vila ya no se mete con Chamorro, ahora lo hace con Arnau, el nuevo. Esto hace perder fuerza y chispa a la historia. Mucho mejor cuando Vila hacía sonrojar a Virginia. Ahora ya la respeta demasiado.

La novela está bien pero no está a la altura de La reina en el espejo, la última aventura de los guardias civiles. Lorenzo Silva hace una reflexión del amor y compromiso de un padre hacia un hijo. De sus sacrificios, de su lucha abnegada. Es una historia con moraleja, con un lema final y ahí es donde pierde.

Tampoco encontramos la misma profundidad en los personajes que las anteriores historias iban alcanzando. Vila está ya de vuelta y media, parece derrotado, y Virginia aparece muy poco.

Aún así, me encanta que Lorenzo siga dando casos e historias a Vila y a Chamorro. Porque me gustan. Me siento bien luchando contra los malos junto a ellos. Me caen simpáticos. Y porque Lorenzo sabe como acercarnos sus problemas, su día a día, y hacerlo creíble.

Si has seguido la saga no puedes perdértelo y si aún no conoces a estos guardias civiles, empieza por el primero, El lejano país de los estanques.