El taller de Violeta

Me llamo Nancy Santander y El Taller de Violeta surge con mucha naturalidad. Desde siempre he tenido la inquietud de crear, he frecuentado estudios de artes plásticas, de moda, de diseño grafico, que me han enriquecido mucho, pero ha sido mi interés y la pasión que siento por lo que hago lo que realmente me han hecho descubrir todo lo que puedo realizar.

Nancy es en parte autodidacta. Si le interesa algo, busca en libros, lo analiza y lo descifra. Busco con todos mis sentidos la manera de poder realizarlo. Es muy divertido porque se va recogiendo información que puede ser utilizada para otros trabajos. Facilita mucho.

Su vida transcurre entre varios países y esto hace que te enriquezcas mucho más. Pero es en Florencia, donde ha vivido durante muchos años, donde realmente se pone en marcha su taller, Nancy´s house & the little big company. Han tenido que pasar años para que definitivamente saliera a la luz El Taller de Violeta, nombre que para mí es amoroso y reúne sentimientos y emociones hermosas.

Comenzó realizando osos de peluche con características antiguas, cosidos totalmente a mano y realizados con los mejores materiales, algodón de gran calidad y lana cashemire italiana utilizados para abrigos, viajes en Austria para comprar las mejores lanas mohair. Nancy descubrió por casualidad, en una hermosa librería del centro de Florencia, un libro que fué como amor a primera vista. Solo hablaba de ¨osos de colección¨, sin explicación alguna de cómo realizarlos, comencé a ver de que manera podía realizarlos, un proceso largo y de mucha investigación que valió la pena.

Durante la misma época, compró un libro sobre cartonaje. Una vez aprendida la técnica empecé a realizar en cartón infinidad de artículos, desde bandejas y objetos para la cocina hasta cajas de todo tipo, pitilleras, bolsitos, plumier,..., que enriquecía con dibujos que realizaba con la técnica del puntillismo y luego coloreados según lo requerido, aplicados en decopauge y enriquecidos con técnicas de decoración para la madera y todo lo que pudiera ser decorativo.


Más tarde cae en sus manos un libro que enseñaba a realizar papel artesanal, que luego aplicará en lámparas y servirá posteriormente para forrar las encuadernaciones que realizará, gracias a otro libro que me enseñaba como encuadernar.

Los libros han tenido siempre un valor fundamental en su desarrollo y búsqueda, cualquier libro puede ser un punto de inspiración, los tengo de todo tipo. Pero entre tanto libro me faltaba aprender a coser artesanalmente los libros y es aquí en Madrid donde tuve la oportunidad de frecuentar una escuela, quizás el único curso que he realizado en mi vida, pero lo necesitaba. Necesitaba la explicación concreta, el detalle que en el libro no viene, el truco que hay para que algo salga mejor,..., y fué todo un acierto.


Además en El Taller de Violeta encontramos los complementos, que nacen el año pasado aquí en Madrid, ciudad que adoro y que es donde sale a la luz el nombre de El Taller de Violeta. 12 años de intenso trabajo en una empresa artesana en Florencia que crea complementos para muchas marcas importantes, Gucci, Fendi, Ferragamo, le brindó la oportunidad de aprender todo el desarrollo, técnicas y producción de cada pieza. Engarzar y esmaltar collares hechos a rosario o bien con nudos, en fin todo aquello sumado con todo el bagaje de otras ténicas artísticas, a mi gusto y creatividad ha dado fruto a mis complementos.

Complementos que han tenido buena aceptación, nos sigue contando Nancy. Realizados con materiales sencillos pero estructurados, con mucho glamour, tratándoles de dar un aire de joyería y mezclando todo con mucho cuidado. Soy muy perfeccionista con mi trabajo, si algo no sale como quiero lo repito hasta que me quede bien, por eso mismo cuido todos los detalles, tienen que ser glamurosos. Amo la belleza, el arte, lo perfecto, la moda, lo hermoso de un material y trato de llevar ello a mis creaciones.


El Taller de Violeta es un mundo de creatividad y como mundo que es, seguirá creando, renovando, cambiando y sobretodo mejorando. Me gusta la respuesta que tiene la gente sobre mis cosas, tengo mi estilo, muy personal, pero lo que deseo es poder enseñar todo aquello que sé hacer, transmitir conocimiento que sirva para desarrollar la creatividad de otras personas y que cada quien, sin copiarse, pueda expresarse y sacar su propio estilo.