iruneh, broches y complementos

Noa es administrativa y hasta hace unos meses no sabía ni coser un botón.

Hace un año, Noa se enamoró de una chaqueta en un escaparate. Sentí que no podría vivir sin ella, confiesa. Al llegar a casa con su nueva adquisición se dio cuenta de que se trataba de una prenda básica, con un broche sencillo en la solapa que le daba ese toque especial. Le entró el gusanillo y al día siguiente se acercó a la mercería a comprar un trocito de cinta, un retal de fieltro y un par de botones. El resultado fue decepcionante, reconoce Noa, pero no me di por vencida.

Noa siguió visitando la mercería y haciendo pruebas que cada vez resultaban un poco mejor. Llegó un día a partir del cuál se dio cuenta de que no podía dejar de crear personajes nuevos y aprovechaba cada hueco libre que tenía para ponerse manos a la obra con la aguja y el hilo. ¡Solo me faltaba aprender a coser con los pies para hacerlos de dos en dos!

Poco a poco fue llegando a Iruneh y la colección que tiene ahora y que espera que siga creciendo. Los primeros no tienen la suerte de hacerse famosos, como es normal no los puedo incluir en el catálogo, pero los guardo con cariño en una cajita y de vez en cuando les echo un ojo. ¡Les tengo mucho cariño!


Los materiales que utiliza son principalmente fieltro, cintas, lana y todo tipo de abalorios. De cara al verano está empezando a usar también telas, dan una sensación más fresquita. Como broche le gusta utilizar un imperdible de los de toda la vida. Los de seguridad dan un aspecto más profesional, pero no me termina de convencer la separación que queda entre el broche y la prenda, nos cuenta Noa. El imperdible tradicional hace que el muñeco quede más pegadito, y es más sencillo de enganchar por la aguja rígida. De todas formas no hay ningún problema en elegir cualquiera de los dos modelos disponibles.

Las idea de las camisetas surgió gracias a una amiga a la que tengo mucho que agradecerle. Tiene una empresa de diseño gráfico, dedicada principalmente al regalo publicitario, y es quien le está ayudando con ellas. Siguió desde un principio la evolución de Noa con los broches y un buen día se presentó con un par de fulares y un bolso-camiseta con algunos de mis diseños impresos. Ahí se me encendió la luz, dice Noa, y rápidamente nos pusimos manos a la obra. De momento van poquito a poco, pero esperan poder ampliar y montar una tienda en firme.

Seguro que con tanta ilusión y trabajo, el éxito llegará. Por lo pronto, De Tacones y Bolsos ya es adicta a los broches Iruneh:

Y a las camisetas: