nila taranco: tocados y complementos

La historia de tocados nila taranco comenzó hace un tiempo. Desde el principio fue como un personaje con vida propia que lucha por salir a la luz, por tener entidad, pero al que Nila no escuchaba, imbuida en su profesión de paisajista, con proyectos de jardines, informes ambientales…

La creatividad ha sido siempre esencial en su trabajo, reflexiona Nila, pero he disfrutado más en mis ratos libres haciendo mis propios prendidos, camisetas, broches, complementos… Su imaginación no descansa nunca y continuamente surgen nuevas ideas, combinaciones, modelos…

El personaje de mi cuento se amparaba en el éxito de estas pequeñas creaciones para ganarme la batalla que yo tenía perdida, sin saberlo, desde que se lo propuso.

Sus amigas empezaron a hacerle encargos que apenas podía atender. En la primavera de 2005 asistió a una boda para la que eligió un vestido excesivamente sencillo, así que ideó su primer tocado, el tocado botón, el responsable de este nuevo proyecto. Las invitadas preguntaban dónde lo había conseguido y pedían tocados similares.

Yo seguí sorda un tiempo, recuerda Nila. A pesar de la insistencia de las personas cercanas que tenían fe en su proyecto mucho antes de que este empezara a vislumbrarse.

Y al final sucumbí, sonríe Nila, la historia era demasiado bonita como para darle la espalda. Dedicarte a una profesión en la que te diviertas no es muy habitual y merecía la pena intentarlo. Así nació nila taranco: tocados y complementos.

El proceso creativo es complejo y nunca es igual a otro, nos confiesa Nila. Se inspira en los jardines, en las películas, en personajes de libros, en protagonistas de películas, en las telas de los grandes modistos, en un maquillaje, en unos zapatos, en la calle, en el paisaje… ¡todo vale!

A veces las nuevas ideas surgen en tu cabeza sin apenas haberlo pensado, paseando por la ciudad, en el cine o en sueños; otras es el trabajo el que trae la musa, comienzas a combinar los materiales de los que dispones, quieres darle valor a un color determinado, o que la textura cobre protagonismo, hasta obtener lo que andabas buscando.

En ocasiones la idea se estanca, no quiere salir, y tienes que abandonarla en el maniquí durante días, incluso semanas, esperando que lleguen mejores tiempos, probando una y otra vez porque los elementos no terminan de encajar, pero al final ve la luz y en mi experiencia, ¡suelen ser las mejores!

De Tacones y Bolsos augura un excelente futuro a Nila.