Teresa: el cuerpo de Cristo

En la Castilla de la segunda mitad del siglo XVI, los hombres están confundidos y sus almas perdidas. El pueblo vive en la pobreza, mientras las mesas de los altos cargos eclesiásticos estan llenas de opulencia y riqueza. La Inquisición llena las cárceles buscando al demonio y sembrando el miedo en los corazones. En todos, menos en uno.

Teresa de Cepeda y Ahumada siente que hay algo más que ser una obediente hija y leal esposa. La sospecha de su honra mancillada la encamina al único hombre que está más allá de las habladurías: Jesús.

Así ingresa en el convento de la Encarnación, buscando calmar su sed de saber, de sentir, de escuchar a Cristo Jesús. De aprehenderlo y encerrarlo en su cárcel interior.

Sus actos y sus visiones, acompañadas de lo que parecen posesiones, pronto escaparán a los muros del convento. El nombre de Teresa empieza a sonar y no para bien. Se la comienza a tachar de alumbrada y la Inquisición está cada vez más cerca.

Pero su pasión, su fe y su amor, no conocerán fronteras. La decisión está tomada: formar un convento pequeño, sin renta, de clausura y descalzas, conforme a la antigua regla. Como ellas quieran.

Con Teresa: el cuerpo de Cristo, conocemos a una Teresa lejos de esas pinturas un tanto bucólicas y sin demasiada fuerza. Casi siempre hemos visto a Teresa suspirando, con la mirada perdida en sus pensamientos, en éxtasis, que la volvían eterea y para nada humana, nada mujer.

Paz Vega sabe mostrarnos una Teresa que sorprende por su fuerza y tesón. A pesar de sus dudas y de sus miedos es una mujer muy valiente y muy inteligente teniendo en cuenta la época en la que vivió. Como bien decía la priora de su convento respecto a sus escritos, sólo pueden servir para que los lean y los utilicen contra tí.

La película tiene escenas bellísimas. De una delicadeza y sentimiento sublime. Los actores soberbios. Paz magistral encarnando a una seria Teresa, aguantando largos primeros planos cargados de sentimiento y dramatismo. Excelentes los secundarios que acompañan a Paz Vega, Eusebio Poncela, Manuel Morán, Álvaro de Luna, Ángel de Andrés, Geraldine Chaplin, Leonor Watling...

Precioso el vestuario. Los vestidos son verdaderas joyas en formas, incidencia de la luz, caída. Para disfrutar cada pliegue.

Dirección y guión: Ray Loriga.
Países: España, Reino Unido y Francia.
Año: 2007.
Duración: 97 min.
Género: Drama.
Interpretación: Paz Vega (Santa Teresa de Jesús), Leonor Watling (doña Guiomar de Ulloa), Geraldine Chaplin (priora del convento), José Luis Gómez (fray Pedro de Alcántara), Eusebio Poncela (Gaspar Daza), Álvaro de Luna (padre de Santa Teresa), Paula Errando (Juana), Manuel Morán (provincial de Ávila), Ángel de Andrés (obispo de Toledo), Amparo Valle (Mari Briceño), Javier Mejía (Francisco de Borja).
Producción: Andrés Vicente Gómez.
Música: Ángel Illarramendi.
Fotografía: José Luis Alcaine.
Montaje: Pablo Blanco.
Dirección artística: Rafael Palmero.
Vestuario: Eiko Ishioka.
Estreno en España: 9 Marzo 2007.