La maldición de Eva

¿Eres reina?
¿Te crees que vas de reina?
¿Vas de reina?
¿No te atreves a mostrar que eres reina?

Rosetta Forner es un hada. Nuestra hada madrina durante estas 200 páginas que saben a poco.

Hada que pretende mover nuestras conciencias. La de las mujeres y también las de los hombres. Para que despertemos. Para que realmente se produzca la re-evolución emocional. Tan necesaria en este siglo XXI.

Y es que las mujeres tenemos que portar nuetra corona de reinas con dignidad. Bien erguida. Llevarla con integridad. Porque las mujeres podemos elegir lo que queramos ser con nuestro traje de mujer: ama de casa, empresaria, amante, madre, soltera, esposa. Pero sobre todo reinas de nuestra propia vida.

Tenemos que dejar de ser damiselas de diadema floja. Sacudirnos todos los tópicos y maldiciones arrastrados desde Eva y tomar las riendas de nuestra vida y de nuestro destino. Conocernos a nosotras mismas. Buscar y encontrar nuestra alma. Desnudarla. Aprender a quererla y entonces sabremos cómo queremos que los demás nos quieran y nos vean. Nuestra corona debe brillar en nuestra cabeza con naturalidad. Y así huiremos de los caballeros de armadura oxidada que no quieren una reina, sino una damisela.

Y cuidado caballeros reyes, huid de las damiselas de diadema floja. Aprended a reconocerlas.

Mujeres, no se es más feliz por tener un marido, rodearte de niños, tener una bonita casa y además tener una nómina. No. No se es menos mujer por no tener todas estas cosas y ser perfecta en ellas. Se puede elegir.

Las reinas no se quejan. No se quejan de su mala suerte. Siempre tienen un plan o los que hagan falta para lograr lo que se han propuesto.

Seamos reinas. Hagamos lo que de verdad queremos hacer. Elijamos en todos los aspectos de nuestra vida. Y apoyémonos en los hombres, sí, porque la vida es una labor de equipo, de almas.

Gracias Rosetta por estas maravillosas páginas que han hecho despertar muchas partes de mi cabeza, alma y corazón. Gracias por este repaso y por este empujón para mantener en su sitio mi corona de reina.

Y sí, yo también suspendo a Letizia Ortiz en su papel de reina-mujer.

Besos hadados también para tí.