El Gobierno Español está pensando incorporar una inteligencia artificial al sistema de justicia. Se va a celebrar un referendum para preguntar a los ciudadanos cuál es su postura. La empresa dueña de esta inteligencia artificial está ultimando los detalles para anunciar la colaboración junto al gobierno. Pero todo cambia y Carmen Costa, jueza escéptica con esta medida, mostrará aún más sus dudas cuando la empresa le pide que le ayude a avalar esta medida.
Una película muy interesante con mucha reflexión la que nos plantea Simón Casal. ¿Qué pasaría si la IA dictara las sentencias judiciales? ¿Serían mejores? ¿Más justas? ¿Menos politizadas? Teniendo en cuenta que la IA es un desarrollo privado y que le faltará la sensibilidad y empatía del ser humano. Además de que siempre basará sus decisiones en hechos pasados, sin tener en cuenta hechos presentes y el futuro.
Interesante debate que puede no estar demasiado lejos. La película, además, funciona bastante bien como thriller. Con un ritmo reposado que provoca más desasosiego en el espectador. Marcando contrastes en los escenarios de la IA y la empresa que lo desarrolla y los juzgados llenos de papeles y sales menos luminosas.
El elenco actoral acompaña bastante bien la trama. Así que es una buena opción para reflexionar sobre algo que puede estar a la vuelta de la esquina.