La inauguración (II)

Viernes 11 de abril. Cae la noche en la zona centro de Madrid. Dejamos la Gran Vía girando por Valverde para incorporarnos a Desengaño y comenzar el recorrido triBall por Barco.

No hay mucha gente por la calle pero sí en los tres locales: Carocora, Escondite y Panadería, dedicado a los más pequeños. En Carocora, Carol ha preparado un poquito de degustación alemana, sobresaliente. Además de los Plushilu, descubrimos Carocora, la ropa futurista con algún toque Plushilu de Carol y las ilustraciones convertidas en complementos de Eva Jardön. Pat y un collar de Eva Jardön se vinieron a De Tacones y Bolsos. Escondite es una caja de sorpresas: nada por el exterior, todo en el interior. Merece la pena adentrarse en el recóndito Escondite. Mucha gente y de todo tipo en Panadería. Ropa y decoración para los más pequeños. Éxito garantizado.

Dejamos Barco para adentrarnos en Ballesta. Allí la calle es una fiesta: mucha mucha gente, música, risas y los locales llenos no, llenísimos: Lady Cara, Susie Wong, La linterna roja y El beso.

En Lady Cara nos esperaba Carla de La Carola. Guapa y con carácter. Contenta de estar allí. En el local no cabía un alfiler. Difícil poder curiosear entre las propuestas outlet, bien interesantes. Aún así me llevé un minivestido de José Matteos y por supuesto, una Lola. Espero que en Susie Wong vuelvan a colocar los tocados y sombreritos en la barra, me encantaron cuando los vi el fin de semana pasado. Muchísima gente aquí también. En El Beso apenas se cabía. Era difícil hasta llegar a la puerta. Nada más entrar el rincón de Olula se casa. Precioso. Y dentro la barabunta: música en directo y gente bailando. Al fondo, un pequeño espacio para la ilustración dónde encontré a Lady Desidia, de la que ya hablaremos. Estupendo el ambiente. En La linterna roja muchos amigos y mucha charla con las hermanas Lokka. Noodles y sus camisetas volvieron a hacer estragos. Fue difícil la elección pero lo conseguí.

En Loreto y Chicote nos esperaba la Tintorería Iberia. Imaginación no les falta a sus moradores. Decoración a base de partes de lavadoras: tambores, puertas... y al mismo tiempo como si de un plató de cine se tratara: luces, focos. Al lado, La casa de la carne de Carlos Díez. Mucha gente y mucho humo. Gente curiosa y sin apenas decoración.

¡Gon, gon, gon! ¿Qué es eso? ¡Gon, gon, gon! ¡Las campanadas! Hora de retirarse o nos convertiremos en calabazas. Pero no me quiero ir. La Intrusa me espera y también La Maison. ¡Gon, gon, gon! No deja de sonar ¡Gon, gon, gon! Nos transformaremos en calabazas...

Nos fuimos, pero volveremos.